Esta es quizá la isla con la mayor densidad de aves guaneras de todo el sistema de islas y puntas, un viejo guardaisla me dijo alguna vez: "aquí las aves rebalsan"... y casi tenía razón.
Recuerdo que llegué a ella por primera vez en mayo de 1998 con mi amigo Nacho, cuando trabajábamos en IMARPE. Esa mañana aunque veía su rostro estupefacto cuando llegamos al "cerro", no podía entender lo que sentía al ver la isla totalmente "pelada", recién lo haría meses después cuando la población de aves volvió a la normalidad, estábamos en pleno evento El Niño de 1997-1998. Aun años después recuerdo este episodio cada vez que veo la isla.
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Cuando ví esto me dí cuenta a lo que se referían cuando decían que aquí "las aves rebalsan" |
Y claro, cualquiera se sorprendería de no ver un solo pájaro en una isla donde a diario duermen y pasan el día, unas 350 mil aves guaneras en un espacio de unos 60 mil metros cuadrados. Para hacerte una idea imagina 350 mil patos en un solo lugar. Y como buenos "patos" que son, producen unas 15 mil toneladas de guano en 9 años.
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Listos para estudiar piqueros. Un guardaisla y un biólogo |
Otra cosa que siempre me sorprende de esta isla es que, dado su reducido tamaño, los valientes guardianes que en ella viven, están confinados a moverse dentro de unos pocos metros cuadrados, ya que caminar más de 20 metros lineales supone entrar a los dominios de las aves y por supuesto perturbarlas. Hay que tener en cuenta que desde el momento en que uno sube a una isla ya está generando un impacto, pues estamos en un lugar silvestre, así que la vida de estos señores puede tornarse aburrida con el paso de los días.
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Así se ve la isla por las madrugadas cuando subíamos a "contar" aves |
Recuerdo que un guardián amigo, llamado "Ica", solía caminar el borde del tanque de agua dando unas 20 vueltas por noche antes de irse a dormir.
Otro aspecto relevante de esta isla es su hermosa casa de madera, de dos pisos, quizá la casa de madera mejor conservada de todo el sistema, está hecha de pino y ha resistido podríamos decir...de todo.
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Esta es una vista de norte a sur. Casi al centro se ve la playa de los lobos y los pingüino y la entrada a la cueva |
Y para terminar, debo mencionar a lo grandiosos lobos marinos, unos 60, que junto con otros 10 a 20 pingüinos de Humboldt, viven en la parte oriental de la isla, en una playa pedregosa que se prolonga por una cueva de unos 50 metros de profundidad a la que ingresé hace unos años para tomar muestras de heces, soy biólogo pues; recuerdo que dentro de la cueva era casi imposible abrir los ojos porque el amoniaco causa un ardor como si te hubieras untado mentol en los ojos y lo peor era que debíamos hacerlo rápido, todo esto junto con los rugidos de algunos lobos que amenazaban con salir del fondo de la cueva, fue una de las experiencias más fuertes que tuve en esos años.
Hasta la próxima.