miércoles, 18 de septiembre de 2013

Introducción, segunda parte

La semana  antepasada (lamento no haber podido publicar la semana pasada) abordé el tema de las islas solamente; posteriormente iré describiendo a cada una de ellas.

En este artículo describiré a las denominadas "puntas guaneras", pues no solo las islas han sido sitios para la explotación del guano.

En ese sentido, haciendo un poco de historia, veremos que con la creación de la Compañía Administradora del Guano, en 1909, se inició un proceso serio de recuperación de las poblaciones de aves guaneras, con la instalación de "guardianías" o viviendas en las islas las que eran habitadas por los guardaislas (mención aparte, creo que es uno de los trabajos más sui generis del mundo), con el único fin de permitir la mayor acumulación posible de guano. Estos guardaislas hasta el día de hoy evitan que la gente "suba" a las islas a cazar aves o simplemente a perturbarlas pescando desde ellas, también efectúan el estimado diario del tamaño de las colonias de aves en la isla o punta.

La primera vez que estuve en Punta Coles. 1998. El letrero en forma de arco, ya no existe, fue retirado por los guardaislas de ese entonces, para permitir el paso de un trailer llevando toneladas de algas.
Los mensajes en el muro fueron pintados en 1995 cuando los presidentes del Perú y Bolivia, y sus comitivas de cientos de personas, visitaron la punta con motivo del Bolivia Mar.

En esta imagen de Google Earth, se puede ver a la punta Lomas la zona blanca en la parte inferior. Esta rodeada por el puerto de Lomas. Es evidente la influencia que ejerce la población sobre la punta.

Volviendo a la historia, estas medidas de manejo tuvieron éxito; y no solo para las aves guaneras, sino también para otras especies que compartían con ellas estos lugares y que se beneficiaron indirectamente en diverso grado. Puedo mencionar a los pingüinos de Humboldt, los lobos marinos chuscos y finos, los potoyuncos, los zarcillos, golondrinas marinas y terrestres; los cushuris y las chuitas, parientes cercanos del guanay; el camanay y el piquero de Nazca, parientes del piquero peruano, entre otras especies de artrópodos (ácaros, arácnidos, insectos) de los que hasta ahora sospecho, existen especies sin descubrir para la ciencia. Valgan verdades, también hubieron especies que no la pasaron bien, fueron aquellas consideradas "antieconómicas" por ser predadores naturales de las aves guaneras, como los cóndores, gallinazos y gaviotas (¿qué culpa tenían de que la naturaleza les hubiera dado ese trabajo?), los viejos guardaislas me han contado que la Compañía y las sucesivas administraciones del guano hasta los años 80, "premiaban" al guardaislas que trajera la mayor cantidad de tarsos ("patitas") de gaviotas a fin de mes.

Las imágenes lo dicen todo: Los cóndores eran considerados aves perjudiciales junto con lo gallinazos y gaviotas.
(Créditos: R.C. Murphy en Cushman 2003)

Entonces para 1945 más o menos, al observar los administradores del guano que las islas protegidas estaban "llenas" de aves idearon ampliar los sitios donde podrían descansar y reproducirse. Entonces nació la idea de proteger sectores de la costa que se proyectan al mar, llamadas puntas (de ahí el nombre del distrito del Callao) donde no hubiese perturbación humana y se observaran colonias de aves. De este modo, se construyeron muros perimétricos de concreto, de entre 2,5 a 3 metros de altura, para evitar que predadores como el zorro costeño, perros y el hombre, pudieran matar o perturbar a las colonias de aves.

La casa de los guardaislas o guardianía de Punta Lomas (Arequipa). Aquí no se ven aves guaneras desde el último El Niño de 1998.
Para hacernos una idea de cómo podría ser una punta guanera, imaginemos que en el límite de los distritos de Chucuito y La Punta, se levantara un muro a lo largo de la calle Gral. Valle y que una a las playas que dan al norte y al sur del distrito.

Estas puntas contribuyeron eficazmente en la protección de las aves guaneras y su reproducción, así, para 1954, se tuvo la mayor población conocida de aves guaneras: unos 25 millones de individuos.

Los muros levantados tienen diferentes longitudes, así tenemos que la punta más pequeña: Punta Lomitas, situada al sur de la ciudad de Ica, tuvo un muro de unos 600 metros de longitud (aunque hoy solo queden vestigios de ella por estar cubierta en gran parte por la arena del desierto de Ocucaje), otras como Coles (800 metros), La Chira (1600 metros), Salinas (2200 metros) se cuentan entre las intermedias, mientras que el muro más largo existente es el de punta Litera al norte de Paramonga, con cerca de 2700 metros.

Parte del muro de Punta Salinas al sur de Huacho (2009).

Pero hoy, 60 años después, la población de aves guaneras esta alrededor del 20% de la máxima alcanzada y las puntas son en su mayoría, solitarios y despoblados testigos de lo que pasó.

Detalle de la fachada de la casa de Punta Colorado (al norte de Paramonga). Los dibujos fueron hechos por los propios guardaislas (no tengo la fecha) pero son repintados por quienes la ocupan posteriormente.

Solo en tres puntas se observan poblaciones apreciables de aves guaneras, lobos marinos y pingüinos: Punta San Juan en Marcona, punta Atico en Camaná y punta Coles en Ilo, Moquegua. Del resto, solo quedan los muros deteriorados, pero conservando como huéspedes a las especies que alguna vez quisieron eliminar los protectores del guano: las gaviotas y los gallinazos.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Las islas del Perú. Una introducción.

El Perú tiene islas y son desconocidas por la mayoría de peruanos.

Hablar de ellas es abordar un tema muy ligado a la economía del país a través de su historia: la explotación del guano, tema que por cierto, hoy no tiene la importancia de hace más de un siglo, porque ya no produce los mismos ingresos para el Estado. Esto es debido a que los volúmenes de guano, hace décadas que se redujeron como consecuencia del declive de las poblaciones de aves que las producen, las famosas aves guaneras.

Probablemente hemos escuchado frases como: “el guano pagó la deuda externa”, o que “la guerra con Chile fue por el guano y el salitre”, frases que suenan como ecos de algo que pasó hace mucho y que hoy no tiene importancia, sin embargo, queda mucho por conocer sobre este tema, me permito recomendar la Historia de la República del Perú de Jorge Basadre, también “The Lords of Guano” de Gregory T. Cushman.

Una tarde de 1999, observando colonias de pelícanos en Lobos de Tierra.
Estas islas e islotes son tan numerosas que no puedo dar un número, probablemente en el Derrotero de la Costa Peruana estén identificadas todas. Solo aquellas relativamente grandes, han sido las más visitadas y mejor protegidas para evitar que las aves que allí viven sean espantadas y permitir así la acumulación del preciado guano. En este grupo tenemos a la más grande que es la isla Lobos de Tierra (frente a Piura y Lambayeque) que tiene un área de 14,26 km2 aproximadamente, casi todo el distrito de Independencia. Mientras que la más pequeña es la isla Huampanú con 0,025 km2 (2,25 hectáreas) ubicado al sur de Huacho.

Con un patas azules fuera de lo común.
Actualmente, un total de 23 islas tienen una casa y un par de guardaislas o vigilantes que trabajan en ellas unos 25 días al mes. Ellos estiman diariamente la cantidad de aves (no solo guaneras) y de lobos marinos. Además toman la temperatura del agua de mar tres veces al día y la registran junto con la temperatura del aire.

Pero, por supuesto, su principal actividad es la de impedir que malos pescadores o simplemente delincuentes, suban a las islas a cazar guanayes, también llamados patillos; ó hurtar guano, ya que solo el Estado Peruano puede explotarlo según Ley.

Hay que tener en cuenta que no siempre fueron 23 las islas con protección como ahora, aun quedan algunas islas donde se ven vestigios de infraestructura que sirvió para la extracción de guano en décadas pasadas, las que fueron abandonadas a medida que disminuía el número de aves y por tanto el volumen de guano aprovechable.


Esta imagen nos da una idea del tamaño de Lobos de Tierra, todo lo que se ve al fondo es isla.
En este grupo de islas abandonadas por los extractores de guano, están por ejemplo aquellas frente a las costas de Ancón como: Isleta, hoy administrada por la Universidad del Callao, los islotes San Pedro, La Ofrenda, La Huaca, entre otras. La Tortuga y La Blanca, Ferrol Centro y Sur, todas frente a las costas de Chimbote; los islotes frente a la Reserva Nacional de Paracas, excepto La Vieja (Independencia) y Santa Rosa; los islotes frente a la localidad de Islay en Arequipa.

La isla Huampanú, la más pequeña del sistema de islas guaneras con protección
Estas islas e islotes, en ciertas épocas del año albergan pequeñas colonias de aves guaneras que las usan para su descanso temporal en su incesante recorrer de la costa tras su alimento preferido: la anchoveta. Dejando a cambio, por supuesto, cierta cantidad de guano que es aprovechado para un mercado negro, ilegal por supuesto, que comercializa guano utilizando envases y logos similares a los ofrecidos por el Estado, pero eso es otra historia.

Dejaré aquí esta pequeña introducción, continuaré la próxima semana.

El islote Chuquitanta, al oeste de Huampanú. Un puente colgante los unía hasta noviembre del 2001, en que se desplomó por falta de mantenimiento.